Un camino, un nuevo ciclo estacional, la regeneración tras el fracaso. La promesa de lo nuevo sobre las cenizas de lo viejo.
De nuevo lo viejo…
Marchitan mis hojas de dolor,
acunadas por el viento de tu voz.
Se avalanza sobre mí el otoño
deja caer los marchitos recuerdos
ya caducos por el tiempo
y el dolor.
Cubren el suelo de mis pesares
alfombra de tonos verdes, ocres y amarillos.
Las ráfagas de tus pensamientos
barren el hastío de mi alma.
Solo soy ramas desnudas
esperando el abrazo de tu calor.
Tras el invierno valdío
solo el dulce crepitar de los brotes.