Empequeñecido por el paso del tiempo decidió esconderse tras una gota de lluvia.
No es el mundo el que se mueve,
es tu percepción que se agita.
© Pablo Antonio García Malmierca.
Tras los velos, bajo la niebla, al cruzar las puertas se abren nuevas percepciones…
Sobre el resquicio opaco de los sueños
se abre suavemente,
velo caído,
la puerta de los muertos.
Sobre el quicio,
trágica,
recorre su camino
entre una tupida niebla
rota por los gemidos,
cruzada, sin más, por tu dolor.
Sin defensas penetras en mí,
vano sufrimiento perdido,
fluye languidamente
en el mar de la memoria.