Micropoesía
Nada siento
Nada sé
Nada soy
Silencio
Pablo Antonio García Malmierca
Micropoesía
Nada siento
Nada sé
Nada soy
Silencio
Pablo Antonio García Malmierca
En ocasiones la vida se vuelve dolorosa, en ocasiones no sabemos donde está el límite de nuestro cuerpo, en ocasione perdemos la referencia de nuestra consciencia. En ocasiones…
MARTIRIO
Maldito sea el destino
de períodos consentidos.
Maldita sea la vida
de convencionalismos repleta.
Maldigo al mundo
aborto de un dios meditabundo.
Maldigo la paloma
de la falsa paz sin alma.
Maldigo al errante vagabundo
perdido entre las sombras,
escapó de la vida sin contarme su secreto.
Maldeciré, mil veces, el sentido cotidiano
del devenir furtivo de mi alma,
agasajada con los frutos del trabajo.
¿Explotaré?
¿Podrá mi cuerpo aguntar tanta humillación?
¿Moriré?
Anhelo ser el errante vagabundo
de mi espíritu fugitivo;
no siendo nada para muchos
significando todo para pocos.
¡Espíritu vagabundo apodérate de mí!
Enséñame a ser nadie,
…entonces seré.
P.D: Bastante años después de escribir este poema sigo luchando.
Hoy dentro de la serie visiones incluyo un poema de carácter nihilista, rebelde. Un poema que sólo busca un punto de fuga.
Ser-masa
Afán liberador de conciencias.
Creencias lapidadoras de vida.
Mutilaciones,
vejaciones,
maltratos psíquicos,
nacido todo de dogmas salvajes y cáusticos.
Irracional búsqueda de verdad
siempre en sentido equivocado.
¡Salvación!
Gritan enajenados: ¡salva tu alma!
¿Cómo?, pregunto yo.
¡Niega tu esencia!, contestan.
¡Mienten!
Tu esencia es no vida.
No vida, no es salvación,
sólo es desecho de tu existencia.
Lo más puro en ti hallado,
tras la cortinas serviles
que cubren tus ojos
con un tejido confeccionado
por mandatos.. ¿divinos?
Sólo dogmas absurdos
carentes de nada.
Servil rebaño,
no te dejes convertir en Ser-masa.
Sigo recuperando antiguos poemas, atlas es un poema crítico, ecologista, nihilista, es todo y es nada como la mayoría de mis poemas.
ATLAS
Arde en loca lujuria la vida, consume
su existencia entre aires cargados de ilusiones
plenas de muerte. Paria del cosmos, sostienes
el hogar de salvajes sacados de ficciones.
Atlas, agonizas, y entre el perfume del hombre
descansan tus despojos en el lienzo divino.
La ira del dios cargante caerá sobre el sin nombre
arrancará los ojos al que osó ser destino.
Abandonado el mundo caerá al eterno abismo
del tiempo sin nombre, de inexistente espacio,
donde Atlas dejará al globo a merced de sí mismo.