Asido a la oscuridad os espero lejos de la multitud.
Pablo Malmierca
¿El final? Cuando el aliento encuentre a la palabra.
Carcaj de mi rebaño: lanzadera de tus prisas.
Mi ventana de tolerancia desbocada por la mielina de mis axones.
La impostura del dolor nos atraviesa entre punzadas de delirio.
Eres la ventosa que se ad-hiere a mis pupilas absortas.
Depredador de tus instintos,
víctima de tus vísceras.
Mejor incendiar la palabra que apagar la virtud con tus posibilidades.
El mitómano explotó
bajo la influencia del iconoclasta.
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