Mi identidad se disuelve sobre la salinidad del cueva. Me pregunto qué quiero ser, a dónde quiero llegar, en la soledad de la noche no alcanzo a ver más allá de las estrellas, más allá del recuerdo de una nebulosa que me recuerda la ausencia de una compañía más allá de la voz de mis palabras.
He intentado pasear por los acantilados contiguos a la cueva. Son una zona muy visitada en Transelgor, debo esperar a horas extrañas, cuando el mundo se desvanece y desaparecen las personas. Ayer a las cuatro de la madrugada mi diversión consistía en contemplar el parpadeo incesante de las luces de posición de los barcos pesqueros de bajura. Su intermitencia, unida al vaivén de las olas las convertían en irreales fuegos fatuos. Hipnotizado por su visión me dejé llevar de nuevo por mis pensamientos. Si unas horas antes este lugar era un hervidero de gente, donde todos contemplaban un mismo paisaje, donde el sentimiento se hacía común hacia la belleza salvaje de la naturaleza; por qué ahora la soledad, la inmediatez de mis sentimientos era totalmente distinta, simplemente habían pasado unas horas, simplemente había desaparecido toda compañía.
Creo que buscamos la compañía, la sensación del grupo para no vernos abrumados por todo aquello que no comprendemos, cuando el verdadero aprendizaje se encuentra en la búsqueda de la verdad en el enfrentamiento desnudos ante el objeto, ante la realidad insondable que nos apabulla tantas veces.
Donde otros hace unas horas sólo veían mar, luz, rocas, yo ahondo en una visión que transfigura aquello que veo, ahora soy un poco más ignorante, no acierto a ver las referencias de otros, interpreto el mundo desplazado, desde un desgarro afectivo que es ahora el del proscrito.
Pablo Malmierca
junio 25, 2016 at 1:47 pm
Muy lindo el relato…saludos..
junio 25, 2016 at 3:40 pm
Saludos.
junio 28, 2016 at 8:45 pm
Con permiso del autor quiero hacerle una pregunta como si de una entrevista se tratase: ¿ Por qué esa predilección por el proscrito?, si se puede contestar, claro.
junio 29, 2016 at 7:50 am
El diario polar es una construcción casi novelística y la de proscrito es una de las características peculiares del protagonista.
junio 28, 2016 at 8:46 pm
¡No queda mal que los participantes le pongamos exámenes a los autores!, ¿ no?.
junio 30, 2016 at 8:17 am
Para nada. Todo lo contrario
Se agradece, y mucho.
junio 28, 2016 at 8:48 pm
Por cierto, que el texto tiene mucho encanto.